Helena

No dejaba de cuantificar el peso de las nubes.

No le saciaba la soledad que padecía por no sentirse sola.

Cargaba sobre los hombros la ausencia de luz,

amarrada en un puerto a la deriva.

A Helena todo le sonaba relativamente normal,

por lo que no espera que su historia nadie escriba,

ni conoce la meta que tiene por lugar.

 Ahora sigue aprendiendo a cuantificar el peso de las nubes,

sin parar de caminar, mientras llueve y tu te cubres.

Helena se abraza aun mas fuerte a su espina de cristal.

 Helena duerme, 

es hora de olvidar el ruido.

Helena sueña, 

el digital marca descansar del ruido.

Helena se arropa, 

las agujas han dejado de señalar el frío.

Mañana sera otro día,

tras el invierno florecen flores en el hastío.

Impostor

Versonido: IMPOSTOR
 

SALVAME (el)

Sálvame que de mi no puedo.

Quiero ir a juicio para salvar mi vida

Que la pena, ni es escrita, ni es acción.

Sálvame con palabras telescópicas. 

Que yo soy yo y tambien un impostor.

NO TE PREOCUPES (ella)


No te preocupes, a ti te reconocí, 
desde aquel día en tu teatro,
bailando al desson de la orquesta.
No te preocupes, yo nunca tuve juicio,
ni en la vida, ni para la pena.
Porque yo soy yo y tambien un impostor.

El regreso

 Huí libre,

y olvide en el olvido.

Corrí fuerte,

y de correr olvide el porque.

Ayer regresé a la jaula,

esperando que en el orden,

el viaje recobre sentido.

Desvelo

Te hablare de lo contrario a la apariencia

negándome a dormir de sueños rojos,

que hoy ya me apago suficiente la locura

y la tortura fue eficiente con la cruz.

Despierta seré ligera,

desprenderé al acto de la gravedad

flotare sobre tu desnuda ternura, 


nadare con el tacto de tu piel de verdad.

Porque nocturno tu calor derretirá,

lo que tras la edad,

congelo la implosión nuclear.

Tras el muro de sus labios 

se escondían en silencio los secretos.

De parpados cosidos,

le traslucían a ella los gestos.

Asi se comunicaron mudo y ciega, 

en mímica torpe de sentimientos.

Luz tras la cortina

La luz que parpadeaba,

cesó.

Cesó,

el rostro que dudaba,

el gesto que los ojos iluminaba,

cerró.

Cerró

la cortina que le resguardaba,

la tez semidivina y pálida,

lloró.

Lloró,

lo que antes no lloraba,

los restos de la suciedad incrustada,

limpió.

Limpió,

el camino al futuro con el que soñaba.

Cruce de miradas

Que entre las luces interpretas,

las miradas aun no completas.

Que finges ver el sol.

Que buscas la mirada concreta

aparentando dejar la puerta abierta.

Que viéndome imaginas quien soy.

Que bailas entre las siluetas,

calculando la anónima vendetta.

Que despiertas mi sexuado lado Freud.

Las turistas

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Como un trapo

Fui un trasto olvidado

en un baúl común.

Fui el trapo desencontrado

en lo alto del armario.

Me donaron,

y viaje.

me probaron,

y nadie sabía para qué.

Fui un objeto olvidado

en la despensa anciana.

lo fui,

hasta que le conocí.

La responsabilidad de una batalla imaginaria

¿Quién tiene la culpa?:

de este mirador sin buenas vistas,

de las espinas tejiendo lazos,

de estas calles desiertas de abrazos,

de la ciudad vacía de esquinas

donde escondernos como refugiados

Ya nadie nos exculpa

El hogar expone las heridas.

Se relamen a pasos suaves los gatos.

La luz de farolas se enciende a ratos.

Las vecinas casas derruidas,

cantan con el sabor de los fracaso.

¿Quién carga ahora?:

con la seductora cama sola,

con los inquietos secretos de alcoba,

con los buenos tiempos sin proyección,

con la independiente y absurda paz interior,

que evidencia el final de nuestro ahora.

Caímos en la red

Caímos en la red,

entre tantos otros solitarios.

Caímos por nuestros motivos,

para acompañarnos

ocultarnos,

imaginarnos,

tropezarnos,

informatizamos los latidos

tecleamos los aditivos

cocinamos del mar, el pez.

Un pez navegante por satélite

y mostrando la cara B

Caímos en la red.

Nos dividimos en diferentes personajes.

Nos buscamos en la realidad,

queriendo encontrar los herrajes,

que S.O.S tengan verdad.